El pasado viernes, el papa Francisco visitó los pacientes del centro Sant'Alessio de Roma.
Saludó uno por uno a los cerca de 50 niños que usan estas instalaciones.
La mayoría de estos niños son invidentes o tienen algún tipo de discapacidad sensorial o intelectual. Francisco se detuvo y saludó a los padres y a los pequeños que le demostraron todo su afecto.