Ayer martes, la tierra volvió a temblar en México con un terremoto de 7,1 grados, 12 días después del considerado como mayor temblor de la historia del país que dejó más de 200 muertos. Esta vez el epicentro se ha registrado en Morelos, a escasa profundidad y ha provocado el derrumbe de decenas de edificios. El papa Francisco mostró su cercanía y solidaridad con las víctimas del terremoto.