El Papa llegó en un Lexus al estadio nacional de Bangkok. Allí, miles de personas le recibieron con entusiasmo.
La Misa recordó el 350 aniversario de la primera diócesis católica en el Reino de Siam, la actual Tailandia. Como mencionó Francisco en su homilía, el cristianismo en este país es misionero.
El Papa dijo que el amor de Dios se extiende a todos, incluso a aquellos olvidados o marginados por la sociedad. Invitó a los cristianos a incluir a todas estas personas como parte de su familia, abriéndoles las puertas a través de la misericordia de Dios.