El miércoles en su tercer día de estancia en Chile, el papa Francisco almorzó con 11 habitantes de la Araucanía tras la misa que celebró en el aeródromo de Temuco. De entre los 11 comensales, ocho eran representantes mapuches. A ellos se les unieron una víctima de violencia rural, un colono suizo-alemán y un inmigrante haitiano.
Las religiosas y trabajadoras de la casa no perdieron la ocasión de tener su propia foto con el Papa, que después de esta intensa visita a Temuco, regresó a Santiago de Chile.