El Papa Francisco nos invita a rezar durante este mes de diciembre por aquellos niños que tienen un futuro incierto, sobre todo, aquellos que sufren por las más distintas causas como el hambre, las guerras o la marginación.
En el mundo cerca de 250 millones de niños y jóvenes viven en contextos de guerra, una situación que les impide acceder a un futuro mejor.