El pasado miércoles 4 de mayo, antes de presidir la Audiencia General de los Miércoles, el Papa Francisco detuvo el papamóvil para saludar a una niña invidente y el momento conmovió a todos.
La menor fue llevada en brazos hasta el Pontífice y pudo tocar el rostro del Papa para conocerlo.
En su catequesis de ayer, el Papa reflexionó sobre la parábola del Buen Pastor
"Dios no conoce nuestra actual cultura del descarte, en Dios esto no cabe. Dios no descarta a ninguna persona; Dios ama a todos, busca a todos… ¡Todos! Uno por uno. Él no conoce esta palabra ‘descartar a la gente’, porque es todo amor y toda misericordia”, aseguró el Papa desde la Plaza de San Pedro.