Irma Dulce, Hermana Dulce, será elevada a los altares y se convertirá en la tercera causa de canonización más rápida de la historia. Tras su muerte, el 13 de marzo de 1992, su espíritu de servicio hizo que su fama de santidad creciera.
Benedicto XVI la problamó beata en el año 2011. Para su canonización, la Congregación para las Causas de los Santos estudió la sorprendente curación de un joven ciego.