En la actualidad hay más de 21 millones de personas víctimas del tráfico y la trata de seres humanos.
Muchos son refugiados pero el 53% son mujeres destinadas a la prostitución.
El Papa ha sido uno de los principales líderes en ayudar a sensibilizar al mundo sobre este problema.
Hasta el Vaticano viajaron en los últimos años jueces, alcaldes y hasta líderes religiosos no cristianos para firmar compromisos contra la trata de personas. Un problema que, según el papa Francisco, constituye uno de los mayores crímenes contra la humanidad.