El Vaticano tiene su propio cuerpo de bomberos. Cuentan que una vez durante una celebración en Navidad una inocente vela prendió fuego a varios adornos. También explican que hubo un incendio provocado en territorio Vaticano que todavía están investigando. Sus patrones son Santa Bárbara y el Papa León IV. Cuenta la leyenda, que este Papa logró apagar el gran incendio de Borgo, en los alrededores del Vaticano, en el año 847 con su bendición. Y aunque ahora no tengan muchos incendios que extinguir, este cuerpo da todo de sí día tras día para mantener la seguridad y la calma en el Estado donde duerme el sucesor de Pedro.