El Líbano espera con anhelo el encuentro que el Papa tendrá el 1 de julio con los responsables de sus Iglesias cristianas, para afrontar la delicada situación que atraviesa este país.
El Líbano está en el ojo del huracán: Una terrible crisis económica, la pandemia, la explosión en el puerto de Beirut en agosto, y la crisis política. El país no tiene gobierno pues los partidos lo impiden a través de vetos cruzados.