El Papa destaca la importancia de recordar y rezar por los difuntos. Dice que las oraciones "ofrecidas con la confianza" de que los difuntos "ahora viven con Dios" pueden ser útiles para las personas que aún están en la tierra. Explica a menudo que la conciencia de la muerte puede y debe informar nuestras acciones diarias, inspirándonos a los demás y a considerar que hay vida eterna después de la muerte. Recordar y rezar por los difuntos; vivir con la esperanza de la vida eterna; y acudir constantemente a Dios son las propuestas del Papa para estar "vacunados contra... el miedo a que todo se acabe para siempre".