Un mes después de la visita del Papa Francisco a el Cairo, los cristianos coptos se aferran a la esperanza que él les transmitió, a pesar de los ataques terroristas.
Mientras la corrupción de minorías ideológicas de musulmanes inculcan odio y temor a sus niños, los cristianos tratan de hacer lo contrario y educan en la fe y el perdón para construir un mundo mejor.