Refugiados que proceden de Eritrea, Etiopía y Sudán del Sur han llegado a Italia gracias a los llamados corredores humanitarios y lo han hecho en un avión, no jugándose la vida en una peligrosa travesía por mar o confiando sus vidas a traficantes de seres humanos. Es una iniciativa nacida de la colaboración entre la Comunidad de Sant'Egidio, la Conferencia Episcopal Italiana, la Federación de de Iglesias Evangélicas de Italia y la Iglesia Valdense.
Los corredores humanitarios son, en definitiva, la solución más humana para personas que simplemente buscan vivir con dignidad.