El Papa Francisco es prácticamente el único líder internacional que recuerda que en Ucrania se libra una guerra desde el año 2014. Por eso, en abril de 2016 pidió generosidad para ayudar a las víctimas de uno más de los conflictos olvidados en el mundo. En las parroquias europeas se recaudaron 11 millones de euros que se sumaron a otros 5 aportados por el Papa. Con esta cantidad se ha proporcionado ayuda de emergencia a la población desplazada por la guerra.