Todos los purpurados que se han nombrado en estos años, ha hecho que el Colegio de cardenales sea mucho menos europeo y que los equilibrios estén más repartidos.
Desde 2013 ha bajado el número de cardenales electores europeos y de América del Norte. Se mantiene estable el de América Central; y sube el número de cardenales electores procedentes de América del Sur, África, Asia y Oceanía.