El cardenal de Myanmar condenó el golpe de Estado del lunes en su país, en el que el ejército arrestó a la líder elegida Aung San Suu Kyi.
El cardenal calificó los hechos como “el resultado de una triste falta de diálogo y comunicación”, una situación muy diferente a la de 2015, cuando el ejército ayudó a desarrollar una transición pacífica de gobierno. El cardenal recuerda a los militares que habían prometido proteger la democracia y que las personas están cansadas de promesas vacías.
Expresó su apoyo a Aung San Suu Kyi, pidiendo su liberación y la de toda la oposición arrestada.