El Vaticano amplió las medidas para evitar la propagación del coronavirus: Cerró la Limosnería Apostólica, la oficina encargada de ayudar a los necesitados.
En estos momentos difíciles ha puesto a disposición el número personal del llamado “limosnero del Papa”, el cardenal Konrad Krajewski y las solicitudes de ayuda podrán ser enviadas por correo postal.
Roma se adapta a las medidas del gobierno para contener la pandemia. Incluso, las misas públicas están suspendidas en el corazón de la cristiandad. Aunque las iglesias están abiertas para rezar.