Tras las explosiones del puerto de Beirut, en agosto de 2020, el Líbano cayó en una profunda crisis económica de la que aún no ha salido. Está afectando a casi todo, especialmente al sector salud. Hay una enorme escasez de medicamentos.
El Papa dijo que quiere viajar al Líbano, pero que no la hará hasta que se despeje la incertidumbre política y se forme un nuevo gobierno. Y es que, como subraya el presidente de Cáritas, a pesar de la crisis, Líbano sigue siendo un modelo de unidad para el mundo.