Monseñor Óscar Romero fue asesinado mientras celebraba Misa el 24 de marzo de 1980 por un francotirador, con la complicidad y colaboración del gobierno. El entonces Arzobispo de San Salvador denunciaba la injusticia, y fue considerado por el Estado un enemigo.
Tenía 62 años en el momento de su asesinato. Monseñor Oscar Arnulfo Romero llegó a los altares antes de que sus sicarios a la Justicia. Fue canonizado por el papa Francisco el 14 de octubre de 2018.