El jueves 14 de mayo, es un día de oración, ayuno y obras de caridad en el que todos los creyentes del mundo, independientemente de su religión, se unen para pedir a Dios Creador que proteja a la humanidad afectada por la pandemia del coronavirus. Se trata de una iniciativa promovida por el Alto Comité para la Hermandad Humana y a la que se une el Papa Francisco.