Por segunda vez, una de las ceremonias más emotivas de la Semana Santa tuvo que celebrarse en una plaza de San Pedro vacía.
Solo participaron los autores de las reflexiones del Vía Crucis, que este año fueron niños y adolescentes de entre 8 y 19 años.
Por segundo año consecutivo, las multitudinarias ceremonias del Papa han sido sustituidas por eventos más sobrios como este para evitar contagios.