La Vigilia de Navidad, el 24 de diciembre, el Papa Francisco abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Con el martillo en mano, el obispo de Roma simboliza el derribo de un muro que abre las puertas a un año especial en la Iglesia.
Un año especial porque se cumplen 2025 del nacimiento de Cristo. Precisamente por eso el año jubilar empieza en la vigilia del 25 de diciembre y no el 1 de enero. A partir de ahí se abre un periodo en el que se facilita el perdón de los pecados más graves y se ofrece más ayuda para la reconciliación.