El papa Francisco sufre una bronquitis de base infecciosa que ha necesitado el uso de antibióticos. Lo ha revelado la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado a última hora del jueves.
Según los médicos, los antibióticos están causando “los efectos esperados”, se ha producido “una notable mejoría” de la salud del Papa y “podría ser dado de alta en los próximos días."
El Papa ingresó en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli de Roma para recuperarse de una infección respiratoria que le ha obligado a cancelar varios de sus eventos esta semana. Tiene 86 años y no se le conocían otros problemas de salud graves.