En el cuarto domingo de Adviento, el Papa expresó durante el Ángelus su preocupación por el Este de Europa, concretamente por la situación que sufre el corredor humanitario en Lachin, en el Caúcaso Meridional, donde actualmente hay unos 120.000 armenios aislados sin alimentos, medicinas o artículos de primera necesidad.
El 12 de diciembre, Azerbaiyán cerró la única ruta que conecta a los armenios de Nagorno Karabaj con el país, lo que ha provocado una situación de “bloqueo humanitario”. Se trata del segundo cierre en lo que lleva de mes.
El Papa también hizo referencia a la crisis política y social que está teniendo lugar en Perú. Animó a las autoridades implicadas a utilizar la vía del diálogo para poner fin a la violencia.