Por protocolo, un papa no suele hacer un viaje apostólico si no recibe dos invitaciones formales. Por un lado, la del jefe del Estado y, por otro, la de los obispos del país.
La de la presidenta Dina Boluarte ya la tiene; ahora, también la de los obispos. Una delegación estuvo en el Vaticano el 30 de junio y le extendió al papa la invitación formal para una visita pastoral a Perú.