Para celebrar la Jornada de la Vida Consagrada el papa rezó las vísperas junto a miles de religiosos en el Vaticano.
Reflexionó sobre los tres votos: pobreza, obediencia y castidad. Y al comentar el celibato dijo que es una elección que requiere madurez. De hecho, lamentó que se haya difundido en muchos países una afectividad ultraindividualista, que termina por usar y tirar al prójimo.