Tras la Misa del domingo en la que el Papa rezó para que los emigrantes y refugiados no sean excluidos de la sociedad, dio una sorpresa.
Inauguró una espectacular escultura de bronce y arcilla. Está formada de 140 estatuas a tamaño natural y cada una tiene el rostro de un emigrante actual o del pasado, todos en la misma barca...