Nunca la Iglesia había tenido un papa latinoamericano. Tampoco jesuita. El papa Francisco se convirtió en 2013 en el primer pontífice de esta orden que fundó san Ignacio de Loyola.
Aunque el papa no lo cita a menudo, sí que se ve lo mucho que el santo español ha influido en su vida. Sobre todo, parece haberle enseñado a discernir, a meditar antes de tomar decisiones. Francisco, de hecho, dedicó un ciclo de catequesis de los miércoles para hablar del discernimiento y su importancia en la vida de cada cristiano.