Este es uno de los pocos momentos del año en los que el pontífice visita el centro de la ciudad de Roma. De hecho, en su oración a la Virgen, el papa comenta hechos de actualidad para pedir su intercesión. Por ejemplo, ante la llegada del Jubileo, la Ciudad Eterna está llena de obras y el papa no pasó por alto el malestar que provoca en los lugareños. Pero al mismo tiempo, el papa dijo que el Jubileo era una ocasión para hacer obras en la propia alma de cada uno.