Deberían ser 135 los cardenales que puedan votar en el cónclave, pero la cifra se ha quedado en 133. Hay dos ausencias de purpurados que no viajarán a Roma y, por tanto, no entrarán a la Capilla Sixtina.
Son el español Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia. Tiene 79 años y cumple los 80 en octubre, por lo que está en el límite para poder votar. Y aunque sea elector, ha decidido que no participará por motivos de salud.
Sobre el segundo cardenal, al principio no se quería desvelar su identidad. Ya se sabe que es John Njue, de Kenya, y que tampoco estará en Roma por motivos de salud.