El Papa dejó por escrito las pautas de cómo quería que fuese su sepulcro. Es lo que se ha desvelado en su testamento espiritual, que se hizo público tras su muerte. Él mismo lo firmó en Casa Santa Marta, el 29 de junio de 2022.
El pontífice quería que su tumba fuera lo más austera y sencilla posible. Pidió que sea en la tierra, sin decoración y que lleve una única inscripción que ponga 'Franciscus'.
Como él mismo adelantó, no quería ser enterrado en las grutas vaticanas, sino en Santa María la Mayor. En concreto muy cerca de la Capilla Paulina.