Hasta 5.000 personas participaron en la misa de clausura del sínodo en una basílica de San Pedro que estrenaba baldaquino restaurado.
La obra de arte del genial Bernini estuvo sometida a una histórica restauración durante meses pero recuperó su resplandor. Su brillo dorado se mostró por primera vez al público en esta celebración litúrgica.
Durante el mes de noviembre de podrá visitar la cátedra de S. Pedro.