Una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla viajó a Roma con motivo de la fiesta de los santos Pedro y Pablo. Francisco les dio la bienvenida en la misa y mantuvo un encuentro privado con ellos al día siguiente.
El papa y los miembros de la delegación hablaron sobre la paz y la unidad entre las Iglesias católica y ortodoxa rusa.
El Vaticano suele corresponder a esta visita enviando una delegación de la Santa Sede en la fiesta de San Andrés, patrón de Constantinopla.