El papa ha retomado la tradición de veranear en Castel Gandolfo, un pueblo a unos 25 kilómetros de Roma donde estará hasta finales de julio.
El pontífice no estará en el palacio apostólico, que Francisco convirtió en un museo en 2016, sino que descansará en unaresidencia.
Es Villa Barberini, el lugar donde antes se hospedaban el secretario de Estado y el prefecto de la Casa Pontificia. Es por eso que en las últimas semanas la han tenido que reformar para la llegada del nuevo papa.