Bélgica registró unos datos nunca antes vistos sobre la eutanasia: casi 3.500 casos en 2023. Es decir, de las personas que fallecieron ese año, 3 de cada 10 pidió morir con esta práctica.
Este país fue el segundo de la Unión Europea en legalizarla en 2002 y, desde entonces, los casos han aumentado un 1.200%, pasando de 259 en su primer año a doce veces esa cifra en tan solo dos décadas.
Los ancianos tienen miedo de ingresar a los hospitales, por miedo a que les incluyan en la eutanasia.