Desde hace casi diez años, ya se pueden visitar las salas de Castel Gandolfo donde se desarrollaba la actividad oficial, como la Sala del Consistorio, la del Trono o la de los Suizos.
Pero también las habitaciones privadas de la segunda planta, como el dormitorio del papa, la capilla privada, la biblioteca o el estudio.
Es un palacio, además, en el que se respira historia. Pío XII acogió en el a unos 2.000 refugiados de la guerra, muchos de ellos judíos.
Pío XII, además, murió en Castel Gandolfo el 9 de octubre de 1958. Pero no fue el único papa.
Años más tarde, el 6 de agosto de 1978 fallecía en la misma residencia papal el papa Pablo VI.