La Sala de Constantino es una de las grandes obras maestras de Rafael. Según los expertos, se puede considerar su testamento espiritual. Además, las paredes de la estancia respiran historia. Representan las escenas cruciales de 'la Roma de los Césares' a la 'Roma de los papas'. Se pensaba que este salón lo habían pintado exclusivamente sus ayudantes. Sin embargo, una restauración de casi diez años desveló algunos secretos ocultos: Rafael llegó a acabar dos pinturas completas antes de morir.
Se trata de dos alegorías, representadas con figuras femeninas. Son 'Iustitia', que significa 'Justicia', y 'Comitas', que significa 'Cortesía'. Tras la larga intervención de la sala, la autoría ya está oficialmente atribuida a Rafael por este motivo.