En una entrevista con Associated Press, el Papa confirmó que en caso de que renuncie querrá llamarse obispo emérito de Roma. También dijo que, llegado ese momento, le gustaría ir a vivir en la residencia para sacerdotes ancianos de la diócesis, como haría cualquier otro sacerdote jubilado.
Papa Francisco dijo que para él es importante subrayar el concepto de que el Papa es un obispo en comunión con todos los demás antes que un “actor de poder”.
Al mismo tiempo remarcó que no piensa en renunciar a corto plazo y que está bien de salud, aunque dijo que están volviendo los problemas en el intestino que obligaron a operarlo en 2021.
El pontífice también reveló un dato: que sufrió una caída que le provocó una fractura ósea. Dijo que esta se curó sin necesidad de operar, gracias a una terapia llevada a cabo con láser e imanes.