Las termas de Caracalla, o termas Antoninas, fueron las segundas termas más grandes de la ciudad de Roma. El complejo hidráulico fue construido por el emperador Septimio Severo en el año 206 d.C. y completado por su hijo el emperador Caracalla en el 216, este complejo de baños es uno de los más bellos y lujosos de Roma.
Fue diseñado para acoger a 1600 bañistas en un momento dado y siguió en uso hasta el siglo VI.
El balneario no era solo un lugar para el baño, el deporte y la salud, sino también un lugar de estudio y relajación.
Hay tres cámaras de baño principales: el Calidarium o sala caliente, el Tepidarium o sala tibia y el Frigidarium o sala fría.
Tiene varias piscinas al aire libre, así como esculturas de mármol, mosaicos y otras decoraciones.
En la actualidad, en las Termas de Caracalla se celebran en verano espectáculos de ballet y ópera al aire libre.