Hungría presume de sus políticas a favor de la familia. Las lanzó en 2010 para impulsar su bajo nivel de natalidad, y ya van dando resultados. De 1,23 hijos por mujer, ha pasado a 1,49. Además, según sus datos, en 10 años la tasa de empleo femenino ha pasado del 50,2% al 62,3%; el número de matrimonios ha aumentado un 42,4% y hay un 33% menos de abortos.
La ministra para la Familia convocó en septiembre un congreso para seguir buscando medidas que ayuden a tener una sólida vida familiar.
La estrategia de la ministra es ofrecer menos impuestos a quienes tengan hijos, y facilitar la decisión de iniciar una familia. Aunque la tasa de fertilidad ha aumentado un 20%, dice que aún queda mucho trabajo por delante.