El siguiente paso en su peregrinación penitencial fue visitar la Iglesia del Sagrado Corazón de los Primeros Pueblos. Esta iglesia fue declarada parroquia nacional de las Primeras Naciones, Inuit y Métis en 1991.
Dos feligreses compartieron sus testimonios con el Papa. Le narraron la labor de la parroquia al servicio de los necesitados y el camino que emprendieron en los internados estatales.