El Pontífice quiere renovar el controvertido acuerdo suscrito en 2018 entre Vaticano y Pekín sobre el nombramiento de obispos católicos romanos.
Precisamente el cardenal Joseph Zen, de 90 años, antiguo arzobispo de Hong Kong, cuyo arresto en mayo fue rápidamente condenado por la Santa Sede y resuelto a las pocas horas, es también una de las voces más críticas sobre este acuerdo, con el que el Vaticano, a su entender, hace la vista gorda a las continuas violaciones de los derechos humanos en China.