El Papa al finalizar el ángelus de este Domingo pidió oración por Etiopía, sacudida por un conflicto que se prolonga desde hace más de un año y que ha causado numerosas víctimas y una grave crisis humanitaria.
Y aseguro mi oración también por las víctimas del incendio que siguió a una explosión de carburante, en la periferia de Freetown, capital de Sierra Leona.
Ayer en Manresa, España, fueron proclamados beatos tres mártires de la fe, pertenecientes a la Orden de los franciscanos menores capuchinos: Benet de Santa Coloma de Gramenet, Josep Oriol de Barcelona y Domènech de Sant Pere de Riudebitlles. Fueron asesinados en el periodo de la persecución religiosa del siglo pasado en España, demostrando ser mansos y valientes testigos de Cristo. Su ejemplo ayude a los cristianos de hoy a permanecer fieles a la propia vocación, también en los momentos de prueba.