“En momentos históricos como éste no podemos permanecer indiferentes, la historia de la Iglesia nos lo enseña. Como cristianos, esta situación nos compromete. Por eso hago un llamamiento a todos para que intensifiquen la oración y el ayuno. Oración y ayuno, oración y penitencia. Ahora es el momento de hacerlo. Hablo en serio: intensificar la oración y practicar el ayuno, pidiendo al Señor misericordia y perdón”