Cyprien se convirtió y dio un giro radical a la relación con su mujer. A finales de los 80 ambos entraron en la Comunidad de Emmanuel, de gran espíritu misionero. Cyprien comenzó a promover la fraternidad en Ruanda, un país donde ese concepto estaba prohibido. Perdió el trabajo y después, la vida, durante el genocidio de 1994. El 7 de abril de ese año unos hombres armados entraron en el jardín de su casa y lo asesinaron a balazos, junto a Daphrose y a seis de sus hijos.