La audiencia con los peregrinos escandinavos fue en el Aula Pablo VI. Eran más de 1.000, por lo que no pasó desapercibida su presencia en el Vaticano.
La peregrinación fue organizada por la Conferencia Episcopal de los Países Nórdicos, y había fieles de Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia.