El papa ha reformado la Ley Fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano cuya última versión había sido promulgada por Juan Pablo II en noviembre del año 2000.
En el fondo es una reforma de su constitución. Confirma gran parte de la ley anterior, pero también presenta dos cambios.
Antes, sólo los cardenales podían desempeñar funciones legislativas en la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Con la nueva ley, los laicos también pueden involucrarse en el gobierno del Estado.