Al menos es lo que aseguran a medios italianos. A algunos de sus responsables se les pudo ver en la misa que León XIV celebró en esa pequeña localidad. Parece que el papa les ha dicho que por el momento hay que esperar. Igual porque ya tiene pendiente uno con el recién proclamado campeón de Wilmbledon, Jannik Sinner, a quien ya pudo ver en Roma cara a cara en mayo. En todo caso: lo que parece claro es que el clima en Castel Gandolfo es muy familiar. La pequeña localidad está encantada de que los papas vuelvan a pasar allí unos días. El pueblo se ha revitalizado de nuevo. También gracias a las muestras de afecto del pontífice.