El papa se reunió con el clero de la diócesis de Roma; un clero bastante particular que combina a las vocaciones locales con las que llegan de otras partes del mundo por motivos de estudio. Pero tanto para unos como para otros el mensaje fue el mismo.
LEÓN XIV: "Os lo pido con el corazón de padre y de pastor: comprometámonos a ser sacerdotes creíbles y ejemplares. Somos conscientes de los límites de nuestra naturaleza y el Señor nos conoce en profundidad; pero hemos recibido una gracia extraordinaria, nos ha sido confiado un tesoro precioso del que somos ministros, servidores. Y al siervo se le pide fidelidad."