Pese a los casos de infección por coronavirus que se han registrado en el norte de Italia, los peregrinos no han dejado de venir al Vaticano, aunque lo han hecho tomando algunas precauciones como utilizar mascarillas y gel desinfectante.
Las precauciones son buenas pero el pánico es injustificado. Basta recordar que la tasa de mortalidad del coronavirus no llega al 2 por ciento de pacientes y que el virus no afecta a toda la población sino sobre todo a personas con problemas previos de salud.